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sábado, 28 de julio de 2012

FIRRRRRRRRRRRRRMES!!!!


Cuantas veces oímos eso de…: “Perdí la linia por puntos, no friqué el dedu con la puerta por puntos, a Manolo no lu atropelló un coche por puntos…” El casu é que paece que los dichosos puntos 

nos salvan siempre ¿verdá? Pues después de oír toa la vida eso de “salvase por puntos”, van los de tráficu y dicen que nos van a poner el carné de conducir POR PUNTOS.



Todos los conductores nos preguntamos ¿Y cómo será eso? Andamos poniendo la belarda cada vez que dicen algo ena tele o ena radio, enos periódicos… pero hasta la fecha pocu se sabe, pero lo pocu que se sabe… ¡tela!

Por lo vistu van danos doce puntos, doce, pero a los que ya yos hayan retirau el permisu alguna vez en la vida, a esos daranyos ocho. Osea, que será un carné con memoria, no se i olvida nada, no val que seas güenu de ahora en adelante, no, si josti malu alguna vez vas a llevalo a rastru ahora ¿Qué ti paece rapaz?.


Después diz que si te pescan sin cintu ti quitan dos, oséase, que nada de dicir: “¡Bah, no lu pongo, total pa dir d’equí a Posada…!”. Pero ay amigu, sálenti los guardias de tomar un café y vente pasar sin la barriga apretada… ¡y ya estas listu!, tres mil duros y dos puntos.

Después diz que si te pescan sin el carné encima (suponiendo que no ti lu hayan chiflau ellos, los dichosos puntos), otros dos que van de viaje. Asi es que esos que cambiamos de coche tres veces al día y lu dejamos olvidau pe la guantera, en bolsu de no sé que chaqueta… ya nos podemos preparar, habrá que dir a sacar fotocopias, un cientu d’ellas pa tenelas regadas per to los llaos.

Tamién dicen que si te pescan tirando una colilla pe la ventanilla, ti soplan cuatro puntos, pa prevenir incendios. Tonces, lo que hay que jacer é, tolos dies pe la mañana tempranu dir a comprar el periódicu pa mirar el índice de incendios y según el númeru… por ejemplu, si está lloviendo a calderaos y el índice del día é cero, yo creo que non pasará nada por tirar la colilla ¿O qué? Párate la benemérita y ti diz:
—Buenos días (p’algunos), le tengo que sancionar por tirar el cigarru pe la ventanilla.
—¡Pero hombre, si están cayendo chuzos de punta rapaz! Si seguru que se apagó na más caer ena carretera, además el periodicu trae pa hoy que se puede quemar, que el índice está en cero, que lo miro yo to los díes mio jiyu…

Y digo yo, ¿si vamos a la Consejería y sacamos un permisu de quema?, claru, tú vas y sacas el permisu pa dos meses y puedes tirar hasta Mayo las colillas pe la ventanilla, ¿podrase? Tenemos que informanos tú.

Y si te paran en un control de alcoholemia y das positivu… ti quitan SEIS PUNTOS, a si es que con dos veces que te jartes quedesti sin carné. Y depués… ¿qué?
A sacar el carné todos otra vez, después de vieyos a ponese a estudiar pa examenes. Ya paece que lo estoy viendo, todos sentaos en’autoescuela, jaciendo corru, como si joramos una reunión de alcoholicos anónimos, o mejor dichu, de borrachos conocíos:
—Hola, me llamo Manolo y estoy aquí porque me jarté el día de la despedida de solteru de Benito y me pescaren los guardias conduciendo. Mientras yo soplaba, ellos mi soplaban seis puntos.
—Y los otros seis, ¿Cómo los perdisti?
—Pues al día siguiente, el día de la boda de Benito, que me golví jartar y golvieren pescame.
—¡Coño tío, hay que ser tontu! ¡Yo mataba a Benito!
Y después ti quitan puntos por jablar pol móvil y por no sé cuantas cosas más. Y digo yo… ¿Tou va ser quitar? Porque si solu van a quitar y quitar… a la güelta de unos años, no tien carné ni el Kiko. Si no te pescan con alcohol, te pescan sin cintu, o tirando la colilla, o jablando por teléfono, o con más velocidá de la debida… el que esté libre de pecau que tire la primera piedra. ¡PLUM!

Yo digo que tenían que pensalo mejor. ¿Non vedes que cuando jablan de la educación de los jiyos dicen que é mejor premiar que castigar? Pues algo así tenían que jacer con esto. Ta bien que nos quiten puntos cuando jagamos una burrada, pero tamién estaría bien que si te paran y lo traes tou en regla, ti dijieran:
—¡Muy bien señora! Como lo trae tou bien, vamos a dai dos gallifantes, digo… dos puntos.
—¡Qué bien! Y puedo canjealos ¿o qué?
—Si, claru. Cuando tenga venticinco puede cambialos por una olla super rápida o bien por unas fundas nuevas pa los asientos. Cuando tenga trenta, puede cambialos por una cubertería o por una vale de cincuenta lavaos ena gasolinera. Y cuando tenga cien, puede canjealos por un viaje a las islas Canarias. Pero no se preocupe, porque de toas formas vamos a mandar los catalogos de los premios a casa de todos los buenos conductores.
¿A qué cambiaría la cosa? Así procuraríamos andar con tou en regla. Que vo lo digo yo, que é mejor premiar que castigar.

Y ya fuera de broma, que no vayaes a pensar que tengo yo nada en contra de los guardias, ni muchu menos, ellos están ahí porque son necesarios, no los veo como enemigos, si no como angeles de la guarda. Si no fuera por ellos esto sería como el lejanu oeste, ya veo los caballos amarraos a la puerta de los bares y los vaqueros retándose y tirándose tiros per toas las caleyas. 

Si nos multan por no traer el cintu é pa que lu trayamos puestu y non rompamos los piños cada vez que damos un frenazu. Si no nos dejan jablar pol móvil é pa que vayamos con la atención puesta ena carretera y no andemos rozando las cunetas que pa eso ya están los del ayuntamientu. Y… ¿quién dijo que no nos dejan beber? Si nos dejan, pero hay que jacelo con responsabilidá.

Ta bien que un día bebamos, pero después hay que llamar un taxi, que non pasa nada tú, que no eres menos hombre por eso, sino… más inteligente.

Pero hay que confesar que... como jode cuando te multan!!!!

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