Ads 468x60px

Labels

miércoles, 24 de octubre de 2012

La vecina


Me vine a vivir aquí para estar tranquila, y casi lo consigo si no fuera por esas ¡Viejas brujas! sobre todo hay una, que al principio me hacia un poquito de gracia y siempre la saludaba al pasar. 

Pero poco a poco has ido cogiendo confianza y cada vez te encuentro mas cerca de mi puerta, fisgando. Tienes tanto tiempo, que te dedicas a controlar todo lo que pasa, sabes cuando entro, cuando salgo, si viene mi novio a casa... que aunque creas que no, te veo asoma
rte cada vez que oyes mi puerta y cuando ves que echo la mirada a tu casa, reculas y te pones detrás de la cortina.

Yo disimulo, como que no te veo, pero siempre estas ahí, siempre estas ahí...

El colmo llegó el día que te encontré asomada a mi ventana ¿pero quién te crees que eres? Ese día te cogí un asco...que no te puedo ni ver ¡Te odio!

Y en el fondo, muy en el fondo, tengo que reconocer que te admiro, como trabajadora, hacendosa, señora de tu casa... pero claro, esa tirantez que hay entre tú y yo, estaba visto que acabaría mal.

Te había visto cerca de mi ventana y en un momento que me despisté... ya no estabas.

Miré varias veces a tu casa, pero no te vi, no estabas como siempre fisgando todo lo que hago. Me temí lo peor ¿No habrías sido capaz de entrar en mi casa? Si es así... ¡Te juro que te mato!

Todo te lo consiento menos que invadas mi intimidad, que toques mis cosas ¡Me das asco!

Miro en la entrada y no estas, en la cocina... tampoco, ni en el baño. Subo al piso de arriba, muy despacio para que no me oigas y que no te de tiempo a esconderte. Te tengo hasta miedo, así que vuelvo al piso de abajo y busco algo que me sirva de arma, por si acaso.

Subo despacio otra vez, abro la puerta de mi habitación ¡Y allí estabas!

Me das un susto de muerte al tropezar de repente conmigo, ¡¡¡te estrellas contra mi cara!!!

Remangué la escoba del susto y te di un golpe tan fuerte que caíste al suelo en un bloque. Me puse tan nerviosa que seguí dándote golpes aun sabiendo que no te podías defender. Y cuando vi que tratabas de escapar, me cegué ¡te juro que me cegué!

Te di un golpe tan fuerte que vi que un líquido asqueroso salía de tu cabeza y poco a poco te fuiste quedando inmóvil.

¡¡¡¿pero por qué entras en mi casa?!!!

No sé que hacer, saco el cuerpo a la calle, después... Cojo la fregona, limpio todo bien, que no quede ningún rastro y me meto en la ducha para quitarme esa sensación...

Subo otra vez a la habitación, aun se me pone la piel de gallina al ver el sitio donde estabas muerta...

Pero ¿sabes? No siento remordimiento, te volvería a matar una y mil veces ¡Por invadir mi casa!

Me molestarán otras... pero tú ya no ¡¡¡Puta araña de mierda!!!!

0 comentarios:

Publicar un comentario